Bogotá, 30 sep (PL) Va a cumplirse en breve un año del histórico acuerdo firmado entre el gobierno colombiano y las FARC-EP que puso fin al más largo conflicto armado en América Latina.
La comunidad internacional aplaudió el Acuerdo Final rubricado en noviembre del 2016 en La Habana, fruto de cinco años de intensas
negociaciones.
Sin embargo, la implementación de la paz en el país suramericano va mucho más allá del silencio de los fusiles entre las partes y del estricto cumplimiento de la exguerrilla en cuanto a la dejación del armamento que disponía.
En la última semana, el máximo líder del ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, Timoleón Jiménez, alias Timochenko, alertó en carta al presidente Juan Manuel Santos, de los serios obstáculos por los que atraviesa la construcción de la paz.
Colombia se debate en una encrucijada histórica. Se enrumba por los caminos de la paz, la democracia y la justicia social trazados por los
Acuerdos de La Habana, o se hunde en el piélago de la violencia como consecuencia de su violación e incumplimiento, expresó.
Afirmó Timochenko que aún no se cumplen las garantías mínimas que el gobierno debía ser efectivas a las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo)antes de la culminación del proceso de entrega del armamento.
En la misiva dio cuenta de los problemas por los que atraviesan los miembros de la exguerrilla: «El acceso a la salud de los nuestros pasa por las más increíbles dificultades. Nuestra gente sigue privada de su libertad, muere enferma en prisión o se agrava ante la indolencia estatal».
Sin dejar de ser optimista, Timochenko hizo un llamado a la comunidad internacional para evitar el naufragio de la paz.
Lo cierto es que Colombia es un país polarizado, cansado de la guerra, pero con odios acumulados. De ahí las zancadillas a un proceso que apunta de todos modos a ser irreversible.
En la última semana fue presentado en Bogotá el tribunal de reparación de las víctimas que debe empezar a funcionar cuando sea aprobado en el Congreso el proyecto de ley que dará luz verde a la Justicia Especial de Paz (JEP).
Sobre el alcance la JEP, Santos aseveró que las víctimas van a ser respetadas, sus derechos van a ser respetados; es la mejor forma de sanar las heridas de un conflicto armado -indicó.
Mientras, se alista el cese el fuego bilateral entre el gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) que debe entrar en vigor este 1ro de octubre por un período de cuatro meses.
El ELN circuló un comunicado en el que aseguró que los propósitos de la mesa de diálogo en Quito son «suscribir un Acuerdo Final para terminar el conflicto armado y acordar transformaciones en la búsqueda de una Colombia en paz y equidad».
El Papa Francisco le dijo a los colombianos: Ustedes ya hicieron un camino. Es necesario que lo continúen, porque dejar las cosas empezadas sería un fracaso enorme.
(Tomado de Semanario Orbe)
Colombia: paz es más que el silencio de los fusiles
Por Tania Peña